Relación de artículos y noticias |
La progresiva implantación de las redes 5G va a cambiar drásticamente desde las telecomunicaciones áreas tan importantes como la movilidad, la medicina y la industria. Esta revolución se sustenta en un sistema, el de las patentes, que nació a finales de la Edad Media, de la mano de reyes y pontífices, y que ha ido evolucionando hasta nuestros días, permitiendo proteger innovaciones en todos los campos de la tecnología.
El sistema del IVA de la UE se actualizó por última vez en 1993 y no ha seguido el ritmo del auge del comercio electrónico internacional, que ha transformado el sector minorista en los últimos años. La pandemia de coronavirus también ha acelerado el auge del comercio minorista en línea y ha confirmado la necesidad de una reforma para velar por que se abone al país del consumidor el IVA adeudado por las ventas en línea.
La digitalización de las empresas no se basa sólo en la transferencia y almacenamiento de datos o el trabajo desde una nube. Las compañías, grandes y medianas, están afrontando los cambios, imprescindibles en este nuevo entorno digital, desde muchos prismas. Uno de ellos es la realidad aumentada y su aplicación se ha extendido más de lo que pensamos, especialmente en estos dos últimos años.
Las personas no son infalibles. Las máquinas, tampoco: se limitan a reproducir lo que nosotros hacemos y pensamos. Cada vez se delegan decisiones de mayor trascendencia en sistemas automatizados. Y cada vez son más sonoros sus fracasos, que pueden hundir la vida de una persona y hasta derribar gobiernos.
La Comisión Europea presentó el pasado 21 de abril la primera legislación sobre Inteligencia Artificial, delimitando un marco legal para abordar los riesgos y sesgos de la IA en aras de garantizar la seguridad y los derechos fundamentales de los usuarios, a fin de que haya confianza en el desarrollo y la adopción de la IA.
Todos los consensos sobre los que se levantaba el capitalismo del siglo XXI parecen haber saltado por los aires. Uno de los más destacados es el de la posición de la industria, en este caso física. Durante muchos años los países occidentales aceptaron deslocalizar sus fábricas a cambio de acceder a bienes de consumo baratos producidos en otros rincones del planeta. Esto tuvo efectos positivos y negativos. En el camino engrandeció a China.
Viendo la demanda previsible y las fábricas que se proyectan, el pronóstico es que la demanda crecerá durante cinco años o más un punto por encima de la capacidad instalada. Con el agravante de que un 40% de esa nueva capacidad se va a construir en China, así que en el contexto geopolítico actual un problema estructural conocido se combina con un riesgo estructural incierto.
La administración debe olvidar la antigua estructura y metodología, adaptarse a lo nuevo y ser ágil a la hora de afrontar los cambios. Una de las formas de trabajo que últimamente está dando mayores beneficios en diferentes sectores son los marcos de trabajo agile, en cuya naturaleza se encuentra el principio de que las personas y sus interacciones son más importantes que las herramientas y los procesos.
La revisión del modelo de negocio, de la propuesta de valor, del propósito y los valores de la empresa conectados con la forma en la que la marca se comporta y todo ello proyectado hacia la capacidad de generar vínculos emocionales con sus clientes son cambios que nada tienen que ver con la tecnología, pero sí mucho con la transformación de los mercados y los consumidores. Son mucho más profundos que implantar la última herramienta de marketing automation para seguir bombardeando con las mismas ofertas a los clientes, eso sí, ahora en automático. Muchas nuevas empresas y las principales startups que dominan
En el mercado de la nube en Europa aparecen tres nombres que destacan frente al resto: AWS (Amazon), Azure (Microsoft) y Drive (Google). Se estima que entre las tres compañías americanas ofrecen el 75% de estos servicios en Europa. El resto está repartido entre cientos de empresas que ofrecen servicios de cloud.
Nadella destronó al sistema operativo Windows como el producto principal. Permitió que el software y los servicios de Microsoft llegaran a otros sistemas operativos, incluido Linux así como Google y Apple. Y lo que es más importante, convirtió el negocio de computación en la nube, Azure, lanzado en 2010, como el epicentro del negocio de la compañía.