Relación de artículos y noticias |
Llenar las estanterías de las tiendas del Barrio de Salamanca, en Madrid, o de un pueblo de Cádiz, tiene un coste, aunque a veces parece que se nos olvida. Integrar las cadenas de fabricación, suministros y la logística de mercancías por carreta —como por mar y aire— es un desafío terriblemente importante: para no tirar 5.000 millones de euros a la basura todos los años, para no emitir emisiones de CO2 a la atmósfera innecesarias y para no buscar soluciones fiscales a problemas que son estructurales.
En 1964, el bioquímico y autor de ciencia ficción Isaac Asimov pronosticaba que a comienzos del siglo XXI nuestra nutrición se basaría en comida precocinada. No pudo equivocarse más: en lugar del alejamiento de la naturaleza que Asimov vaticinaba, el nuevo siglo ha traído la tendencia opuesta, la vuelta a lo natural, con el consumo de alimentos orgánicos como uno de sus principales estandartes. Y a pesar de que existe controversia sobre si estos productos son realmente más sanos o nutritivos que los convencionales, algo que nadie negaría es que son más ecológicos. Pero, ¿lo son?