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2020 debía ser el año en el que la economía europea se estabilizase después de un periodo de elevadas incertidumbres por el Brexit, las tensiones comerciales o los problemas de la industria, muy afectada por la ralentización china y las dificultades del sector del automóvil. Todos los organismos esperaban que este año, por fin, llegase un repunte de la actividad, por precario que fuese. Sin embargo, el coronavirus ha infectado el horizonte de nubarrones.
¿Están nuestras sociedades abocadas al desempleo tecnológico masivo como consecuencia de la robotización y la inteligencia artificial? ¿Aumentará la desigualdad como resultado de las nuevas tecnologías? ¿Son la renta básica universal o los impuestos a los robots la nueva frontera del estado del bienestar?
Inditex trabaja con 1.800 proveedores en China, pero fabrica un 60% de sus prendas en proximidad (España, Portugal, Turquía, Marruecos o Túnez). Lo que llega de Asia, sobre todo, es prenda básica, que se pide en grandes cantidades con mucha antelación, pero tiene cintura para desviar pedidos a los otros clústeres de producción que le abastecen, por lo que vigila la situación de cerca.
Cada cierto tiempo, la Comisión Europea elabora un estudio sobre la situación de las distintas regiones de la Unión y asigna los llamados fondos estructurales basándose en los distintos proyectos que estas zonas necesitan para continuar su desarrollo y armonizar al máximo posible los estándares económicos en toda la comunidad. El plan actual termina en 2020. Este es el mapa del desarrollo económico comunitario para el periodo comprendido entre 2021 y 2027.
A menudo se emplean términos como «árabe», «musulmán» o «islamista» como si fueran sinónimos. No obstante, existen importantes diferencias entre todos ellos. Estas expresiones no pueden ser utilizadas indistintamente, dado que hacen referencia a factores tan dispares como la lengua, la etnia, la religión o la ideología. Entonces, ¿por qué existe tal confusión entre estos términos?
Los Endowments invierten en acciones, renta fija o capital riesgo las donaciones y subvenciones que las escuelas o centros reciben por parte de exalumnos, empresarios o fundaciones. Los intereses que generan estos ingresos se destinan a becas para estudiantes con talento, con el objetivo de potenciar la formación y asegurar un futuro profesional a los estudiantes.