Relación de artículos y noticias |
Todos los vehículos que circulen por las vías públicas españolas y europeas deberán disponer de un servicio automatizado de auxilio en las vías públicas a partir del 1 de enero de 2026. Con vistas a ese compromiso, Telefónica Tech trabaja estos días con más de 14 fabricantes en el diseño y producción de las denominadas V-16, es decir, el sistema que jubilará los actuales triángulos de señalización de los coches.
Como plan perfecto para que nada se escape en la carretera y los siniestros viales se reduzcan a cero, la Dirección General de Tráfico (DGT) avanza hacia el perfeccionamiento de la plataforma DGT 3.0. A partir de ahora lo hará con el apoyo de cuatro compañías punteras, incluida una de las más grandes empresas de telecomunicaciones de Europa.
El pesimismo expresado por inversores, empresarios, economistas y politólogos de diversa procedencia y trayectoria encaja, en última instancia, con un mismo planteamiento, según el cual la globalización está en un punto crítico y podría estar condenada a un declive imparable debido al auge de planteamientos geopolíticos y económicos que, en última instancia, tienen difícil encaje con los principios de una economía global abierta e integrada.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, ha puesto en marcha la Estrategia de Servicios en la nube de la Administración Pública que tiene como objetivo priorizar el aprovisionamiento de servicios basado en tecnologías en la nube por las Administraciones Públicas, empleando en primer término los recursos propios y complementándolos con soluciones del sector privado.
Tras décadas de desprecio a la industria, de pensar que Europa iba a ser un continente de servicios, nos damos cuenta de la imperiosa necesidad de fabricar. La pandemia nos mostró nuestras carencias. Nos faltaba de todo: textiles avanzados, piezas críticas para uci o chips electrónicos. No basta con saber (ciencia). Hay que saber hacer (tecnología) y hay que hacer aquí (industria).
Con el crecimiento ralentizándose, la demografía deprimida y una balanza comercial muy deficitaria, Tokio quiere incubar nuevas empresas y destinar más dinero estatal a sectores de vanguardia como los semiconductores y las telecomunicaciones de nueva generación. El primer ministro, Fumio Kishida, dice que pondrá la innovación y la investigación científica en el centro de su impulso político. Quizás no debería ser así.
Aviso desde la dirección de Stellantis: el grupo ha decidido convertir la factoría de Marruecos en un centro de producción de primer nivel, superior a Vigo. El famoso polo donde la planta de Balaídos era el centro se desmorona ante la realidad: Stellantis invertirá millones en el país vecino para potenciar su factoría, que podría alcanzar hasta un millón de coches al año, suficiente para inundar África y Oriente próximo de vehículos.
Probablemente hayas oído hablar del S&P 500. O del “Standard & Poor’s”. Quizás sepas que es un índice bursátil, que tiene algo que ver con la bolsa estadounidense e intuyes que es importante, porque se menciona a menudo en las noticias de radio y televisión. Cuando el S&P 500 sube con fuerza y, sobre todo, cuando baja mucho, es una de las principales noticias del día.
La pérdida de valor de la productividad fue muy intensa durante los trimestres de la pandemia (con caídas interanuales de más del 5%), en los que el valor del PIB descendió más virulentamente que los puestos de trabajo. Pero se mantuvo durante todo el ejercicio de 2021, lo que abre interrogantes a la supuesta mejora de la productividad aportada por el teletrabajo y la inyección súbita de intensidad tecnológica.
España estrenará el próximo 1 de enero un nuevo mecanismo de ajuste de las pensiones, el denominado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), aprobado en la primera fase de la reforma de la Seguridad Social. Sin embargo, este modelo de ajuste adoptado por España difiere notablemente de los tipos que ya aplican aproximadamente la mitad de los países europeos y que vinculan la evolución del gasto en pensiones a una o varias variables de entre otras tres.
El Estado obtiene ingresos de la actividad privada, fundamentalmente a través de los impuestos y las cotizaciones sociales que pagan los ciudadanos y que, a su vez, sirven también para pagar las nóminas de los colectivos que dependen de los presupuestos estatales, y cuyo grueso lo integran fundamentalmente los empleados públicos, los pensionistas y los perceptores de prestaciones por desempleo.