Relación de artículos y noticias |
Solo era cuestión de tiempo. Finalmente ha sido Italia el primer país en plantear la cancelación de la deuda pública que se está acumulando durante esta crisis del covid-19. Lo cierto es que a estas alturas, tres de los cuatro países más importantes de la zona euro tienen una deuda pública que supera con creces el 100% del PIB, niveles muy por encima de los que se consideran sanos (no entorpecen el crecimiento y son sostenibles).
Los datos económicos más actualizados pintan ya un panorama mucho más sombrío, con la mayoría de países abocados a una nueva recesión. La segunda ola del coronavirus y las nuevas restricciones adoptadas por la mayoría de países ya están afectando de forma muy negativa a la actividad del sector privado.
Europa ha puesto en marcha su primer sistema de control de inversiones extranjeras. Desde el 11 de octubre, el Reglamento que regula la entrada de empresas de otros países en sectores estratégicos está ya en vigor y además abre la puerta a una revisión en profundidad de todas las operaciones que se han llevado a cabo desde marzo por parte de inversores de fuera de la UE.
La economía china está mostrando un comportamiento sorprendente. Todo hace indicar que el "gigante asiático", pese a haber sido el primer epicentro de la pandemia del covid-19, terminará este año con un crecimiento económico positivo y sin haber entrado en recesión técnica. El coronavirus golpeó primero a China hundiendo su PIB en el primer trimestre. Sin embargo, la expansión del covid hacia el resto del mundo y las férreas políticas de Pekín para controlar al virus han generado una situación un tanto singular: el país donde se originó la pandemia terminará el año con una economía más fuerte.
Desorden e incertidumbre: proteccionismo, guerras frías, mucha deuda, volatilidad en los precios, tecnología por todas partes y lucha de clases y generaciones, son algunas de las características que darán forma a esta nueva era. Aunque el 2020 podría ser el año que quede en los libros de historia económica como el comienzo de la era del desorden, lo cierto es que la transición lleva años en marcha, pero hasta la llegada del covid-19 no se ha visto de forma tan evidente.
Alemania abre el debate de reducir los días de trabajo en la semana laboral para proteger el empleo. El mayor sindicato del país, el Gobierno de Merkel y parte de la oposición coinciden en la idea de recortar los días de trabajo a cuatro jornadas. Pese a la sensación de consenso, existen dudas sobre su aplicación y su repercusión en los salarios.
Alemania y Francia han centrado sus ayudas públicas al sector de la automoción en incentivar las compras de vehículos electrificados, ya sea a través de la compra o del desarrollo de infraestructuras de recarga. Con estos planes, ambos países quieren tomar posiciones en la carrera de la electrificación.
Los gases renovables contribuyen de forma significativa a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a la gestión de residuos, y resultan clave en el nuevo paradigma de la economía circular y la descarbonización del sistema energético. En este sentido, pueden contribuir de forma activa a la Estrategia Española de Economía Circular
El Plan de reconstrucción de al menos 1 billón de euros prometido por la Comisión Europea, centrado en el desarrollo sostenible y la digitalización, incluirá ayudas por 91.000 millones anuales para renovar el parque de edificios, subastas europeas de renovables para invertir 25.000 millones, otros 20.000 millones para la compra de vehículos eléctricos y 40.000 millones más para su fabricación, entre otras medidas.
Las declaraciones de Le Maire sobre la condición de revertir las deslocalizaciones de la producción de vehículos, a cambio de recibir ayudas gubernamentales, también repercuten en las fábricas españolas. La posibilidad de mover modelos de una fábrica a otra no es nada factible, pues el principal problema de Francia radica en la alta competitividad en los costes frente a otros países. Pero sí que puede jugar un papel importante en la fabricación de modelos eléctricos.
Las reformas estructurales cortarán las alas a la globalidad, para apreciarse movimientos proteccionistas y populistas. También aumentará el interés por lo local frente a lo internacional, y de lo digital respecto a lo tradicional. La digitalización será el mantra que impulsará la automatización, digitalización y la robotización. La monitorización de la población será asumida como natural, mientras que la prevención sanitaria será centro prioritario de las políticas sociales.
Amando de Miguel recordaba un libro titulado Cómo mentir con las estadísticas, que trata de estadísticas trucadas con intención de engañar a los lectores. En España hemos llegado a refinar mucho el procedimiento, tanto es así que ya ni nos damos cuenta de que nos engañan con la presentación de datos o gráficos.