Los tipos negativos y los estímulos aplicados por el BCE pierden fuerza e incluso pueden llegara tener efectos contraproducentes, que pueden desembocar en un mayor ahorro que deprimirá aún más la demanda agregada.
La industria automovilística es clave en la región, y aún más en países como Alemania, cuarto productor mundial de vehículos, y España, octavo en el ranking mundial y segundo en Europa por detrás de Alemania.