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El pasado 21 de abril, la Comisión de la UE presentó una nueva propuesta de Directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa, como parte de los compromisos del Pacto Verde Europeo. El objetivo de esta propuesta es mejorar la información sobre sostenibilidad con el menor coste posible, a fin de aprovechar mejor el potencial del mercado único europeo para contribuir a la transición hacia un sistema económico y financiero plenamente sostenible e inclusivo, de acuerdo con el Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
China lleva décadas creciendo muy por encima de la media global y, por supuesto, de los países avanzados. El modelo de este fuerte desarrollo estuvo basado primero en un sector exterior que llegó a generar superávits por cuenta corriente del 10% del PIB (el mayor superávit del mundo). Con la crisis financiera de 2008, este modelo se agotó. Pekín redirigió de forma brusca su política hacia la demanda interna (sobre todo la inversión), un modelo alimentado de un endeudamiento masivo del sector privado (empresas y familias), generando una burbuja de deuda que parece infinita, pero que como todas es insostenible
El potente sector primario de A Mariña (pesca, ganadería, agricultura y silvicultura), junto a una economía cada vez más centrada en el sector turístico, no ocultan que la industria, salvo contadas excepciones, inició hace un par de décadas un declive que ha llevado a la desaparición de destacadas empresas de A Mariña. La amenaza de cierre de Vestas y de la factoría de aluminio de Alcoa San Cibrao son la más realista evidencia de ello.
Es cierto que socialmente ha habido un gran rechazo a esta energía, sobre todo tras sucesos como los de Chernóbil o Fukushima. Pero es igualmente cierto que algunos países europeos, como Francia, tienen una ventaja competitiva con sus nucleares y que el coste de otras energías está haciendo que más países se planteen si no habría que tener más en cuenta en el camino hacia la descarbonización que la energía nuclear es una fuente libre de CO2.
El objetivo habitual de los fondos soberanos de los países del Golfo Pérsico es doble, y a veces triple. Por un lado, servir de instrumento de ahorro a largo plazo. También operar como un gran inversor público que adquiere compañías nacionales o establece alianzas e invierte en las internacionales buscando crecimiento y desarrollo económico doméstico. Por último, servir de herramienta de estabilización cuando los precios de los hidrocarburos u otra crisis como la de la pandemia dañan estructuralmente las cuentas públicas.
La importancia que tiene el precio del CO2 en el precio de la electricidad está buscada y promovida por las instituciones. El hecho de que el precio del CO2 se traslade al de la electricidad cumple dos funciones muy importantes en el ámbito de la transición energética: hacer más rentables las fuentes de generación eléctrica bajas en CO2 (como las renovables) y dar una señal de reducción de la demanda eléctrica en tanto todavía esté basada en fuentes fósiles como el gas natural.
Mientras los datos de las empresas de donde quiera que fuesen residían en sus propios centros de datos, el problema no existía. Con los servicios cloud, las cosas han cambiado: los datos alojados en sus infraestructuras se mueven por las redes y no están naturalmente sometidos a las leyes del país que los acoge.
La aparente fortaleza de las exportaciones gallegas respecto a las españolas puede convertirse en un gigante con pies de barro si no se trata de fomentar la diversificación sectorial. De los tres principales sectores exportadores, los dos más importantes - la automoción y el textil, que suponen aproximadamente la mitad de las exportaciones- se caracterizan por un alto grado de concentración en ciertos conglomerados empresariales concretos, es decir, Citröen e Inditex. El sector alimentario, es, por el contrario, más diversificado, tanto en bienes como en empresas.
La transición energética hacia las energías renovables cambiará el mundo, pero no será indolora, apuntan los expertos. Tiene un precio a corto plazo, por mucho que los políticos traten de endulzarlo. Los ciudadanos empiezan a comprobarlo con unos precios desbocados de la electricidad, del gas y, en menor medida, del petróleo. Y también lo siente ya la industria electro-intensiva. De Reino Unido hasta China, varias factorías han tenido que parar por los costes energéticos del gas y la electricidad.
Un aprobado raspado en digitalización. Esa es la calificación que obtiene la empresa española en materia de digitalización según se desprenden de los resultados del 5º Estudio del Índice de Madurez Digital de las empresas en España. El estudio, realizado por el equipo de analistas de INCIPY y en colaboración con INDEED, en el cual se ha entrevistado a 330 directivos de empresas de diferentes tamaños y sectores, donde han aportado sus interesantes datos.
Las cuentas públicas son como un puzle de infinitas piezas y para completar el dibujo hace falta que todos los elementos encajen entre sí. Los próximos Presupuestos Generales del Estado recogen el mayor gasto de la historia, unos 458.970 millones de euros. De entre los miles de partidas que componen el marco contable, cuatro destacan sobre el resto: el gasto para las pensiones, las prestaciones por desempleo, el sueldo de los funcionarios y los pagos en intereses de la deuda se llevan prácticamente la mitad del presupuesto, el 53,3%.
La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, abordó la posibilidad de tomar medidas a corto plazo, como debatir el tema del almacenamiento, la reserva estratégica de gas y estudiar la composición general de los precios del mercado de la electricidad. Si los precios de la electricidad son elevados es porque los precios del gas son elevados, y tenemos que estudiar la posibilidad de desacoplar el mercado, porque tenemos energía mucho más barata, como las renovables, dijo Von der Leyen.
La crisis industrial se detiene en Galicia actualmente en plantas cuyos centros de decisión están a cientos y miles de kilómetros, pero no va con los grandes grupos de capital autóctono. Y más allá de Inditex, en ese selecto club mandan la alimentación y la distribución, pero también el sector maderero y la construcción.